27.06.2022

¿Cómo me aseguro de tener un buen equilibrio entre omega-3 y omega-6?

Cada vez más investigaciones muestran la importancia que tienen los ácidos grasos omega-3 de, por ejemplo, el pescado y las algas, para un metabolismo cerebral normal. Pero la proporción entre omega-3 y omega-6 también desempeña un papel importante. En el mundo actual, esta proporción se ha desviado demasiado a favor del omega-6. En este artículo explicamos por qué puede ser un problema y puedes hacer al respecto.

¿Por qué son importantes los ácidos grasos omega-3?

 Los ácidos grasos omega-3 determinan, entre otras cosas, la calidad de las membranas de las células de nuestro cuerpo, incluidas las células de nuestro cerebro. Cuanto más se nutran estas membranas con ácidos grasos omega-3, mejor podrán hacer su trabajo. En las neuronas, por ejemplo, los impulsos nerviosos pueden transmitirse mejor de una célula a otra. Esto es importante, por ejemplo, para poder reaccionar rápidamente, concentrarse o aprender algo.



¿Cuál es la mejor proporción de omega-3 y omega-6?

La proporción ideal entre omega-6 y omega-3 es de 5:1 o, mejor aún, de 1:1. Los ácidos grasos omega-6 están presentes en abundancia en forma de ácido araquidónico en todo tipo de aceites vegetales, carnes procedentes de la ganadería intensiva y productos procesados (listos para el consumo). Los ácidos grasos omega-3 deben obtenerse principalmente del pescado y las algas. Dado que consumimos muchos aceites vegetales, carnes no orgánicas y alimentos procesados, y muy poco pescado, la proporción entre omega-6 y omega-3 en la dieta occidentales es de aproximadamente 15-25:1. Esta proporción fomenta el desarrollo de la inflamación y es una de las principales causas del aumento de las enfermedades inflamatorias, como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la artritis.

¿Cómo me aseguro de tener un mejor equilibrio entre omega-3 y omega-6?

Para restaurar la proporción entre omega-3 y omega-6, debes comer pescado azul y algas con más frecuencia. Al mismo tiempo, has de reducir la ingesta de los productos mencionados anteriormente que son ricos en ácidos grasos omega-6. Esto implica, por ejemplo, no usar aceite de girasol para freír, sino aceite de coco o aceite de aguacate. También es mejor comprar carne en tiendas orgánicas que en el supermercado. Y consumir la menor cantidad de productos procesados posible.

Al principio, puede que sea necesario investigar un poco y acostumbrarse, pero le estarás aportando a tu cuerpo la nutrición necesaria para restaurar el equilibrio entre los ácidos grasos. Así reducirás tu sensibilidad a la inflamación y calmarás tu cuerpo.