Esta ligera acidez se debe a que las células epiteliales de la vagina y las bacterias de la flora vaginal producen ácido láctico. Por ello, una vagina sana solo contiene bacterias que pertenecen al grupo de los lactobacilos. 'Lacto' hace referencia a lactato o ácido láctico.El ácido láctico posee una importancia innegable para una buena salud vaginal.
Las células epiteliales vaginales producen el 20 % del ácido láctico presente, mientras que los lactobacilos se hacen cargo del 80 % de la producción. ¡Así que seguro que quieres mantener tu flora vaginal de tu parte!
Alimentos que ayudan con las molestias vaginales
Grasas buenas y vitaminas liposolubles
La ingesta de demasiadas grasas saturadas y grasas trans está relacionada con una mayor probabilidad de padecer una infección bacteriana en la vagina, también llamada vaginosis bacteriana [5]. Por lo tanto, es recomendable evitar estas grasas, que están presentes en especial en muchos alimentos procesados industrialmente y carnes rojas. Es mejor sustituirlas por grasas saludables, como los ácidos grasos poliinsaturados del pescado, las algas y los frutos secos.
Además, algunas vitaminas liposolubles son indispensables para un entorno vaginal saludable. Por ejemplo, las vitaminas E y D. Las deficiencias de estas vitaminas están asociadas con un mayor riesgo de vaginosis bacteriana [5].
Algunos ejemplos de alimentos ricos en vitamina E son las semillas de girasol, las almendras, las espinacas y la calabaza.
La vitamina D la producimos nosotros mismos a partir de la luz solar, pero también se puede obtener de los alimentos. El pescado azul es especialmente rico en vitamina D.
Menos azúcares de absorción rápida
Comer muchos azúcares de absorción rápida, como los que se encuentran en el pan (blanco), los pasteles, los dulces y los refrescos, está relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar vaginosis bacteriana [9]. Por lo tanto, es aconsejable evitar estos alimentos para prevenir o tratar una infección vaginal bacteriana. Lo mejor es sustituirlos por alimentos con menos azúcares y azúcares de absorción más lenta, como los de las verduras y las frutas.
La influencia del estilo de vida en las molestias vaginales
Fumar
Fumar afecta a la flora vaginal. Se ha demostrado científicamente que, en muchos casos, fumar provoca disbiosis vaginal y un mayor riesgo de sufrir infecciones vaginales bacterianas [10,11]. Una disbiosis es una alteración en la composición y relación entre los diferentes tipos de flora que, juntos, forman un ecosistema. Por lo tanto, es mejor no fumar.
Higiene y anticonceptivos
El uso de tampones o duchas vaginales perturba el ambiente vaginal. Afectan a la pared celular y la mucosa de tal forma que se altera el funcionamiento del sistema inmunitario. Esto aumenta el riesgo de sufrir vaginosis bacteriana [12,13].
Los productos cosméticos, como las lociones o jabones, también alteran el entorno vaginal [13].
Asimismo, ciertos anticonceptivos, como el DIU de cobre, tienen un impacto negativo en el entorno vaginal [14].
Estrés
El estrés persistente puede afectar negativamente al entorno vaginal [15]. Esto se debe a que, cuando estás estresada, produces la hormona del estrés cortisol, entre otras cosas. Una producción prolongada y/o elevada de cortisol hace que el cuerpo disponga de menos nutrientes para la flora vaginal. Como resultado, a largo plazo habrá menos bacterias que puedan producir el ácido láctico necesario, lo que aumenta el pH y altera toda la homeostasis. Esto significa que te vuelves más susceptible a todo tipo de infecciones.