Nuestra visión de la salud

La salud es la capacidad que tiene tu cuerpo de recuperarse sin dificultad. Por ejemplo, tras un esfuerzo físico, una inflamación o una infección vírica. Tu capacidad natural de recuperación permite a tu cuerpo adaptarse con facilidad y hacer frente a los desafíos del día a día. Por tanto, gozar de una buena salud y mantenerse saludable consiste en potenciar esa capacidad natural de recuperación. ¿Pero cómo se logra? Las tres reflexiones que se exponen a continuación son un gran punto de partida.

Reflexión 1 | Tu cuerpo es más listo de lo que piensas

Tu cuerpo es un sistema increíblemente inteligente de órganos que trabajan juntos. Un cuerpo saludable se adapta con facilidad y se recupera rápido. Esto es algo necesario, ya que en nuestro día a día nos exponemos a todo tipo de influencias: hace más calor o más frío, hay luz u oscuridad, hay más estrés o tranquilidad. Tu cuerpo es capaz de hacer frente a todo ello de forma natural.

Así pues, tu capacidad natural de recuperación se encarga de que te mantengas saludable y te sientas bien. ¿Tu capacidad de recuperación no funciona como debe? ¿Sientes cansancio más a menudo o tienes síntomas que no desaparecen con facilidad? En ese caso, lo mejor que puedes hacer es parar un momento y escuchar a tu cuerpo, ya que tu cuerpo es más listo de lo que puedas imaginarte.

También puede reforzar la capacidad natural de recuperación gracias a la nutrición, el ejercicio físico, la relajación, al mantener un biorritmo adecuado y con una suplementación de calidad. Mantener un estilo de vida saludable, ayuda, sin lugar a dudas, a prevenir posibles dolencias. Como dice el refrán: más vale prevenir que curar.

Reflexión 2 | Tu cuerpo sigue funcionando como en la prehistoria

Nuestro cuerpo apenas ha cambiado desde la era prehistórica. Sin embargo, nuestro modo de vida sí que lo ha hecho: permanecemos más tiempo sentados, solemos estar dentro de casa, dormimos menos, estamos más estresados y comemos de forma muy diferente a como lo hacíamos en el pasado. Así que nuestra capacidad natural de recuperación carece de lo que en realidad necesita para funcionar de manera óptima.

Si se mantiene así durante un periodo de tiempo prolongado, tu cuerpo podría incluso desarrollar trastornos. Cansancio, dolores musculares, dolores de cabeza, retortijones: estos suelen ser los primeros signos de que tu capacidad natural de recuperación no funciona como debería.  

Para mantener o recuperar nuestra capacidad natural de recuperación, podemos inspirarnos en la forma en que los humanos comían, se movían y vivían de forma natural en la prehistoria. Eso no quiere decir que tengas que ir por el bosque con una piel de oso. ¡Eres y siempre serás una persona moderna en tiempos modernos!

Pero pregúntate a veces cómo se hacían las cosas en el pasado. Trata de caminar más a menudo o comer alimentos no procesados con más frecuencia y experimenta cómo reacciona tu cuerpo ante ello. Te darás cuenta de que tu capacidad natural de recuperación está recibiendo lo que de verdad necesita.

Reflexión 3 | Tu capacidad natural de recuperación necesita energía

En nuestra ajetreada vida de hoy en día, la capacidad natural de recuperación a veces tiene que trabajar muy duro. Por ejemplo, cuando pasas un día demasiado ajetreado, tienes mucho estrés o no te tomas el tiempo suficiente para comer de manera saludable. Todo ello requiere mucha energía.

Para la capacidad de recuperación natural, la energía es lo que el dinero es para el hogar. Si de repente gastas mucho más en calefacción, no podrás salir por ahí tan a menudo. Si tu capacidad de recuperación funciona a marchas forzadas en todo momento, te quedará poca energía para otras cosas. Como, por ejemplo, para la flexibilidad de los músculos, el buen funcionamiento del intestino, la claridad de la mente o las ganas de hacer cosas.  

La solución no es "hacerlo de todos modos". Ni tampoco beber una taza extra de café, que te den un masaje o tomar un suplemento. Aunque es cierto que esto ofrece un alivio temporal, al final solo estás tratando los síntomas.

Lo importante es darle a la capacidad natural de recuperación lo que de verdad necesita: los nutrientes y la energía adecuados, un estímulo (ejercicio) de vez en cuando y el espacio necesario para el descanso y la recuperación. Esto te permitirá seguir confiando en tu capacidad natural de recuperación. Esa es la principal clave para mantener y recuperar la buena salud.  

Reflexión 4 | Entonces, ¿qué es la salud?

La salud es la capacidad que tiene tu cuerpo de recuperarse sin dificultad. Si tu capacidad natural de recuperación puede hacer su trabajo sin impedimentos, podrás vivir como quieras.

Esperamos que nuestras tres reflexiones te ayuden a controlar mejor tu capacidad natural de recuperación.